Nos sumamos al sentimiento de congoja que embarga a la comunidad rapanui, por el sensible fallecimiento de quien en vida fuera la matriarca del Clan Tuki, hija de Tuko Tuki, fue la última en "vivir como dueña" en el terreno que luego les fue arrebatado.
Su partida, ha sido marcada por el profundo simbolismo de volver a lo ancestral y ser enterrada en su terreno familiar, sin renunciar a su fe católica, lo que ha sido interpretado por la prensa continental como "saturación del cementerio", pero que en realidad obedece a su ultimo deseo, y así sellar en forma tanto literal como simbólica el "volver a su tierra", a la "Kainga" de donde nació.
En la entrada siguiente entregaremos más antecedentes, ahora solo transcribiremos la noticia que informa que fue enterrada en su terreno familiar, y como eso es interpretado por autoridades y referentes insulares y continentales.
Valoramos las afirmaciones de Tarita Alarcón y Mai Teao, así como del Senador Frnacisco Chahuan, para que se respeten y reconozcan usos tradicionales como este.
TRANSCRIPCIÓN:
Matriarca de clan Tuko Tuki fue sepultada el lunes, en su casa en Hanga Roa
Isla de Pascua: Saturación de cementerio incita a entierros al interior de predios familiares
domingo, 23 de julio de 2017
MAURICIO SILVA
Nacional
El Mercurio
Pascuenses comienzan a optar por ello, pese a carecer de autorización sanitaria. Aducen que el camposanto municipal está casi colapsado y no permite una sepultura digna.
Luego de que su civilización megalítica acabara con los bosques del que extraían combustibles para sus crematorios, la cultura rapanuí optó por crear cámaras funerarias en torno a los ahu o plataformas ceremoniales en los terrenos de cada clan. La costumbre cambió en 1868, con la llegada de misioneros que impusieron los cementerios católicos al estilo de necrópolis.
La capacidad casi colmada del actual cementerio de Isla de Pascua está impulsando la vuelta a las viejas tradiciones, incompatibles con las normas sanitarias. La muerte de la nua (matriarca) Ana Lola Tuki Teave, a los 91 años, el fin de semana último, fue la ocasión. El lunes su familia la sepultó en el terreno de su casa, en pleno pueblo de Hanga Roa, donde Ana crió a 18 hijos y fundó el clan Tuko Tuki.
Su nieto político Mai Teao, concejal, explica que sus seres queridos estimaron que ello estuvo acorde a su dignidad de matriarca. Argumenta que el camposanto municipal no admite más ampliaciones. "Hemos ido metiendo más difuntos, pero es incómodo. Cuando entierras, pasas por arriba de otra tumba. Está colapsado", cuenta.
La saturación del actual cementerio, que desde 1951 funciona en el sector de Tahai, ha sido una preocupación en los últimos años en la isla: la gran cantidad de sitios arqueológicos y el origen volcánico de los suelos dificultan habilitar una alternativa.
La presidenta de la comisión de desarrollo de la isla (Codeipa), Anakena Manutomatoma, señala que en 2008 aprobaron destinar a ese fin ocho hectáreas del sector de Vaihu, pero no prosperó. El 30 de marzo se hizo lo propio con 4 ha en la zona de Viriiga O Tuki, cerca del aeropuerto. "Es trabajo del municipio gestionar lo que corresponda para habilitarlo", dice. Manutomatoma argumenta que el actual cementerio no tiene más de 10 cupos y que el predio costero no presenta riesgo de contaminación ni objeciones de Conaf ni del Consejo de Monumentos.
La sepultura de Ana Tuki no es la primera en su tipo. Su nieta Tarita Alarcón, consejera regional, recuerda que hace tres años, el clan Huke adujo la misma motivación para enterrar a su patriarca, Carlos Huke Atán, en el terreno familiar de Anakena. Recuerda que el cuerpo fue revestido de fibras y tinturas naturales, y que durante el rito fueron interrumpidos los cantos católicos, solo permitiéndose menciones en rapanuí. "El tema de la muerte en función de la pertenencia de la isla es algo que se viene muy fuerte", asegura Alarcón.
Desde la Seremi de Salud indican que esto choca con el artículo 135 del Código Sanitario, que permite la inhumación de restos humanos solo en cementerios autorizados. Tarita alega que a las personalidades isleñas se les deben dispensar las mismas excepciones que a las continentales, como al poeta Pablo Neruda o a los obispos, que son sepultados en las iglesias.
El experto en cultura pascuense de la U. de Playa Ancha, José Miguel Ramírez, coincide con Teao: "Mientras no se abra un nuevo cementerio formal, mucha gente va a querer hacer lo mismo". El clan Riroroko ya ha manifestado el mismo deseo para su patriarca cuando muera.
Respetar normas
La gobernadora Carolina Hotu, quien llama a la comunidad a respetar la normativa sanitaria y ambiental, busca con el municipio agilizar la puesta en marcha del nuevo camposanto. El senador Francisco Chahuán (RN), quien gestiona la autorización de la Seremi de Salud al terreno elegido, ve necesario armonizar la ley con las costumbres ancestrales indígenas, en casos especiales. "Sepultar a dignidades rapanuí en la tierra de su clan lo gatilla el colapso del cementerio. Pero responde a un proceso cultural", explica el senador.
DESDE HACE 11 AÑOS
En 2006 partió la búsqueda de sitios que permitieran habilitar un nuevo cementerio. A partir de entonces, las autoridades examinan los temas patrimoniales y condición jurídica de los distintos terrenos disponibles como alternativas.
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