En la entrada anterior (y en entradas previas también) hemos aludido a la delimitación de terrenos ancestrales ("kainga") de las diversas familias extendidas o clanes ("mata") que convivían en Rapa Nui y que ocupaban TODA la isla, fundamentalmente en base a lo que vio el Conde de La Perousse en su visita en 1786 a la isla, levantando un plano que señala nítidamente la existencia de grandes zonas cultivadas en la isla, lo que no cuadra con la tesis del colapso o desorden social que se supone por algunos investigadores a fines del siglo XVIII.
Anteriormente nos hemos centrado en el mapa de detalle del sector de Hanga Roa, donde se señala la ubicación de los centros ceremoniales e incluso se individualizan algunas plantaciones.
En el referido mapa también se consigna una imagen de la isla completa, que aunque con menos detalle, si permite apreciar claramente en el sector de Rano Kau la existencia de una gran densidad habitacional, representada por "rectángulos", que según el simbología explicitada en el mapa de detalle, puede representar indistintamente centros ceremoniales tipo altares (ahu) o bien viviendas, que señala explícitamente como "cases" (cabañas) o "cabane" (cabina), que es una referencia a la diferencia de tamaño entre ambas (¿pae-pae?), también se reconoce la característica forma elíptica de una tradicional vivienda colectiva (hare paenga), lo que nos permite suponer que la diversidad de habitaciones de menor tamaño podrían representar escisiones familiares o nuevos linajes ("paenga") todos dentro e imbricados en la ocupación del territorio familiar ancestral ("kainga").
Estos antecedentes dan nuevas luces al poblamiento efectivo que la comunidad rapanui hizo de TODO el territorio de la isla, y que por especial encargo de la Comunidad Indígena Polinesia Ma'u henua estamos investigando para difundir en una publicación que evidencie y socialice que los terrenos que actualmente administran, han sido siempre una constante en el imaginario e identidad rapanui, que reconoce esos territorios como habitados por sus ancestros, y que hoy, gracias a un largo pero constructivo proceso, han logrado recuperar para ser administrados por los propios rapanui, quienes desde que existe Ma'u henua ya no van a sus terrenos ancestrales "de visita"... sino que regresan a casa, al territorio de todos.
Hay que destacar que Ma'u henua logró todo lo alcanzado gracias a la unidad y cohesión del pueblo rapanui para fijarse una misión ambiciosa, recuperar la administración de los sitios sagrados, de los centros ceremoniales donde descansan sus ancestros, y hoy que lo han logrado deben mantenerse unidos, Ma'u henua ha demostrado ser exitosos en la administración del parque nacional, y precisamente ese éxito ha despertado apetitos de quienes quieren echar mano de esos recursos, incluso un nefasto personaje quiso que el parque fuera "municipal", para poder disponer arbitrariamente de sus recursos, hoy la comunidad rapanui debe hacer oídos sordos a quienes promueven (y financian) la división del pueblo rapanui para así alcanzar sus mezquinos intereses personales, la comunidad debe seguir unida, y no solo continuar la senda de la administración correcta y transparente de los recursos (algo que no realizan otros servicios públicos) sino apoyar a Ma'u henua en la valoración de los sitios ancestrales, en la puesta en valor de su patrimonio, no solo en lo material, sino en una ambiciosa tarea de investigación y valoración de la cultura rapanui, para que el visitante no solo "vea", sino que se empape de lo que significó que en la isla más isla del mundo, se desarrolle la más excelsa manifestación cultural de toda la Polinesia.
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