Con el arribo del buque de la Armada Comodante Toro al puerto de Valparaíso, concluyó este jueves la expedición científica que National Geographic Society, Oceana y la Armada de Chile realizaron en conjunto a la isla chilena Salas y Gómez (Motu Motiro Hiva) e Isla de Pascua (Rapa Nui).
La expedición, que contó además con la participación del académico de la Universidad Católica del Norte, Dr. Carlos Gaymer, y con Uri Pate, miembro de la comunidad rapa nui, sirvió para estudiar uno de los últimos ecosistemas prístinos del Océano Pacífico, documentando la biodiversidad existente alrededor de la Isla Salas y Gómez, y explorando los montes submarinos y ecosistemas en la zona económica exclusiva de Isla de Pascua, que actualmente no cuenta con ningún tipo de protección.
Explorar el mundo submarino del Parque Marino Motu Motiro Hiva nos ha permitido abrir una ventana al pasado, ver como debió ser Rapa Nui antes de la pesca intensiva. Allí pudimos ver abundancia de peces y langostas que ya no existen en Rapa Nui, señaló el doctor Enric Sala, ecólogo marino y explorador de National Geographic.
Mediante el uso de tecnología de punta, durante la expedición se pudo documentar la biodiversidad submarina del nuevo Parque Marino Motu Motiro Hiva, creado en octubre por el Presidente Sebastián Piñera, con lo cual se generará una línea base necesaria para monitorear el estado de conservación del área. Asimismo, se realizaron estudios alrededor de la Isla de Pascua para evaluar su estado y determinar la necesidad de nuevas medidas de protección. Los resultados científicos obtenidos están siendo procesados y se darán a conocer pronto a través de un informe.
Gracias a esta inédita y exitosa colaboración, Chile podrá contar con nueva información científica que difícilmente se pudo haber obtenido de otra forma. Una vez que se tenga un informe definitivo de la expedición esperamos poder continuar trabajando con el pueblo Rapa Nui y las autoridades chilenas para que se pueda definir la mejor forma de proteger estos ecosistemas marinos tan importantes , señaló el director ejecutivo de Oceana, Alex Muñoz.
Entre los instrumentos de alta tecnología usados para el registro submarino, destacó el uso de tres drop cameras esféricas de cristal que filmaron en profundidades de hasta 1.600 metros, revelando la presencia de raros peces y tiburones de profundidad. Estas cámaras, sumadas a los más de 330 buceos y las filmaciones hechas por el ROV -vehículo de operación remota (Remote Operated Vehicle)- a 220 metros de profundidad, hicieron posible la obtención de 100 horas de video y 5000 fotografías submarinas, ambas en alta definición.
A la logística propia de la expedición se le sumó, además, la tecnología del OPV (OFFSHORE PATROL VESSEL) Comandante Toro que, entre otros puntos, permite su funcionamiento con bajo consumo de combustible y emisiones que cumplen la normativa internacional. El buque tiene una autonomía para operar durante 30 días recorriendo una distancia aproximada a 16.000 kms. -equivalente a que la unidad vaya 2 veces de ida y vuelta Valparaíso - Isla de Pascua, sin reabastecerse.
Al término de esta comisión científica estoy plenamente satisfecho con lo alcanzado, ya que se lograron ampliamente los objetivos planificados. Sin lugar a dudas esto no habría sido posible sin el trabajo mancomunado, comprometido y entusiasta de la dotación del buque que, integrados plenamente a la actividad científica de la expedición, realizaron un trabajo de excelencia en equipo. Vaya para todo el equipo de científicos, camarógrafos, periodistas y la dotación, un merecido Bravo Zulú (Bien Hecho), añadió al respecto el Capitán de Navío Andrés Rodrigo.
Esta expedición fue la continuación de un trabajo que empezó en marzo de 2010 -con la colaboración de la Waitt Foundation? cuando se realizó una expedición preliminar a Salas y Gómez que aportó los fundamentos necesarios para que el gobierno chileno creara el Parque Marino Motu Motiro Hiva, de 150.000 km2.
upi/soTexto Agencia UPI.
FUENTE TEXTO: Noticias.123
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