Rapa Nui, Te Pito O Te Henua, Isla de Pascua o Easter Island. La famosa isla de los moai hace más de tres meses que vive un importante conflicto político – social difundido sólo por los medios de comunicación pero absolutamente ausente de la agenda e interés del gobierno.
Ese fenómeno no es extraño para todos los chilenos. Todos acostumbrados a vivir en un país liderado por un sistema centralista, en donde las regiones sólo aparecen como hermosas postales para las diferentes campañas del sector turístico.
Rapa Nui no es la excepción. Somos una comunidad que se encuentra a 3.700 kilómetros de distancia del continente, cargada de juicios y prejuicios, de erróneas concepciones, como que nuestra gente viste diminutas ropas mientras cantan y bailan todo el día. Una cultura utilizada para cuanta inauguración de shows se necesita, una especie de odaliscas para un sinfín de festivales de la canción, ferias de turismo y ahora “presentes” en la apertura de la Copa América. En definitiva, somos el territorio ideal para ser silenciado frente a cualquier conflicto o demanda que obligue a trabajar al gobierno.
No obstante, somos la isla que brinda a Chile: tricontinentalidad, zona económica exclusiva, un puente entre Oceanía y Asía Pacífico, 200 millas de mar y un importante referente turístico internacional. Esos beneficios país, tiene un alto costo para nuestra comunidad, el principal de ellos es el trabajo a diario que realizamos para “convivir” con las burocracias, velocidades y generalidades de los tiempos modernos frente a la conservación de nuestra cultura ancestral; entiéndase cultura en la amplitud del vocablo y no sólo en relación al “folklore”.
Todo comienza el 25 de marzo, del presente año, cuando el gobierno, a través de su representante del Ministerio del Interior, desconoce todo el avance que se había desarrollado en la última década sobre los proyectos de ley “control migratorio” y “administración de los parques nacionales”; temas fundamentales para nuestra isla. La gran cantidad de turistas y extranjeros que han llegado a residir a Rapa Nui, en los últimos años, han agravado nuestros temas aún sin resolver: agua, electricidad, basura, oferta laboral, entre otros.
Es por lo anterior, que durante la tarde de ese miércoles 25, un movimiento social de Isla de Pascua, denominado “Parliament”, a modo de manifestación decide cerrar las calles e impedir el libre tránsito de continentales, rapa nui y turistas. Todos relegados al pueblo de Hanga Roa, sin poder trasladarnos a las playas, sitios arqueológicos, parques nacionales y campo.
Sólo después de un mes y medio, el gobierno, siempre informado de la situación, decide aparecer y ordena al Ministerio de Agricultura, representado por el Director Nacional de CONAF, que presida una comisión encargada de realizar el proceso de “Consulta” sobre el tema “Administración de Parques”, estableciendo un plazo de 60 días a contar del 15 de junio del año en curso para llevar a cabo todas las etapas involucradas. Sobre la ley de “Control Migratorio” no se pronunció.
La “Consulta” es un mecanismo legal, del Convenio 169 de la OIT, que entró en vigencia el 15 de septiembre del año 2009 y establece que es una obligación del Estado de Chile consultar a un pueblo indígena a través de una votación de una o varias preguntas las medidas legislativas y administrativas susceptibles de afectarlos directamente. Todo con la finalidad de llegar a un acuerdo o consentimiento acerca de las medidas propuestas.
A la fecha, dicho proceso no se ha llevado a cabo. El Gobierno a través de la Gobernadora, Marta Hotus Tuki, emitió un comunicado público indicando que la “Consulta” se pospone hasta nuevo aviso, debido a que su representante, CONAF, no ha querido participar y asistir a las reuniones de organización de esta Comisión.
Entonces no me queda más que preguntar a la alta autoridad del país y al Ministro del Interior, si la institución designada para encabezar el proceso de “Consulta” no ha sido obediente, ¿por qué no buscar a otro profesional o simplemente cambiar al actual ministerio por otro que también tenga implicancias sobre temas indígenas? O aún más simple, exigir a ese empleado público a que realice su trabajo.
¿Cuánto tiempo más debemos seguir esperando a que puedan ordenarse?
Hace tres meses que seguimos encerrados en el pueblo, nuestros derechos vulnerados, viviendo con la presión diaria del grupo radical y siendo liderados por autoridades locales pasivas. Ahora se suma al conflicto un representante del gobierno que no desea participar del proceso que beneficia y libera a la isla de este momento de crisis.
La comunidad Rapa Nui espera, a la brevedad, un nuevo comunicado re-estableciendo la fecha para la “Consulta”, como también espera que los 5 nuevos comisionados CODEIPA y el Alcalde trabajen con fuerza para exigir diligencia a las altas autoridades de Chile, encargadas de velar por la tranquilidad de todos nosotros.
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