En solo 24 horas de publicada, nuestra nota sobre la "Colección rapanui de don Humberto Molina Luco" (ver) tuvo un record de visitas, 64 en solo algunas horas, y lo más importante, nuestros lectores nos han hecho dos precisiones de interés, relevantes no solo porque representan "verdades objetivas" o "datos duros", sino porque además permite una reinterpretación de los hechos:
1.- La primera es la publicada en nuestra entrada anterior, donde se nos corrije la información de que "a los rapanui se les prohibía salir de la isla por temor a que trajesen la lepra al continente", y con información concreta una prestigiosa galena, y reconocida historiadora, nos entrega los antecedentes que permiten establecer que la medida de restricción de salida de la isla era una precaución en beneficio la salud de los rapanui, y no como se ha interpretado comúnmente como una restricción o conculcación de sus derechos. Sugerimos leer el texto completo y en detalle (ver)
2.- La segunda observación, debemos reconocer que se nos había hecho con anterioridad, pero como mi aproximación se debía a una experiencia personal, uno tiende a replicar "lo que cree", antes de lo que "sabe". Es así como a los 14 años asistí a la ceremonia de entrega de la Colección Felbermayer al Museo Fonck (por gentil invitación del Dr. Roberto Gajardo) y me quedé con lo que "entendí", que era que la sociedad de damas alemanas de beneficencia, entregaba "su mitad" de la colección recibida en herencia, asumiendo que la otra mitad era por derecho propio del Museo Fonck, situación que ya me había sido corregida por don Brendan J. Gallaher, quien me explicó en su momento dicha situación, pero que al momento de escribir la nota fue omitida. Hoy corrijo ese "lapsus" y publico lo que al respecto el señor Gallaher, distinguido miembro del Directorio del Museo Fonck de Viña del Mar, ha escrito al respecto, dejando en claro que es solo parte del texto, el que recomendamos leer completo.
TOMADO DE LA RESEÑA BIOGRÁFICA DE FRITZ FELBERMAYER, publicado por la Revista Digital ARQUEOTURISMO
"Pocos años antes, el 14 de agosto de 1967, otorgó su testamento ante el Notario de Valparaíso, don Florencio Gándara Villarino, suplente del titular don Rafael L. Barahona Stahr. Por lo que ahí manifiesta, sabemos que sus padres fueron el señor Johann Felbermayer y la señora Bárbara Blecha. Era soltero y, a la fecha de testar, residía en Quilpué, en calle San Luis Nº 1153.
Entre los bienes que declara, está su colección de objetos pascuenses, que lega a sus amigos Carlos Schaibele Wörner y Fritz Schenk Sch, y, en defecto de ellos, a la Sociedad de Damas Alemanas de Beneficencia y al Refugio de Cristo.
Pero sus dos amigos fallecieron antes que él y, ya en las postrimerías de su propia existencia, manifestó de palabra que deseaba que sus colecciones pasaran a la Sociedad de Arqueología e Historia Francisco Fonck, de la que era miembro destacado; pero no alcanzó a modificar su testamento.
Falleció el 9 de abril de 1979 tras una vida orientada de lleno hacia la cultura y, de un modo muy particular, hacia la cultura Rapa Nui. Cuanto hizo y cuanto investigó tuvo la inalterable impronta de la labor silenciosa, sin ostentaciones. No obstante, en el extranjero, se tenían noticias suyas, sin duda debido a la publicación de sus trabajos, y tanto el Museo Británico como el Museo de Viena y también, al parecer, algunas instituciones culturales norteamericanas, tuvieron interés en obtener sus colecciones.
Por consiguiente, le hacen llegar una comunicación al Intendente Regional, Almirante don Arturo Troncoso Daroch, solicitando su intervención de modo de conjurar estos riesgos. Abogan porque dichas colecciones puedan quedar dentro de la región administrativa de la cual son originarias, vale decir, de la Quinta Región, y más aún, en Viña del Mar, “en un ambiente cultural de alto nivel, con afluencia de visitantes de todo el país y turistas de todo el mundo” – es evidente que están insinuando el Museo Fonck, en el amplio segundo piso que ocupa en el Palacio Carrasco.
“La colección Felbermayer se encuentra guardada actualmente en la residencia del extinto en Quilpué, donde sería preciso se estableciera la protección que su alto valor cultural requiere. Sería lamentable que por falta de preocupación de nuestra parte o una demora en la tuición superior que se hace imperativa, fuera nuestro país a perder parte o la totalidad de una riqueza que será difícil de recuperar”. Aquí se nota una vez más el estilo del Dr. Gajardo, llamando a la acción a la autoridad!
Con esta nota, la Sociedad de Arqueología pretendía evitar un remate, cuyo efecto sería la dispersión de las piezas que configuraban aquella colección reunida con esfuerzo y en base a un criterio y con un objetivo determinados, circunstancias que ciertamente aumentaban su importancia, lo que justificaba sobradamente tratar de mantenerla como una sola unidad cultural. ¡Cuántas colecciones similares han sido aventadas al compás del martillo del subastador, perdiéndose con ello la posibilidad de analizarlas desde la perspectiva de quienes las reunieran!
El siguiente paso lo dio por su cuenta el Dr. Gajardo. Se contactó tanto con la Sociedad de Damas Alemanas de Beneficencia, representada por la señora Luisa Wulf de Gleisner, como con el Refugio de Cristo, representado por don Jorge Vío Valdivieso y por el R.P. René Pienovi. Las informaciones que se tienen para esta etapa de la negociación son contradictorias: por un lado se dice que el Dr. Gajardo les compró las colecciones de su peculio personal; él indicaría que las personas aludidas entendieron que aquellos objetos, dispersos, sólo servirían como adornos o souvenir a sus nuevos poseedores, perdiendo su utilidad como fuente de estudio y documentación “y en un bello gesto de grandeza espiritual acordaron cedérselas al Museo Fonck”.
La prensa, naturalmente, no estuvo ajena a las vicisitudes vividas por esta colección. La Gaceta de la Costa, en su edición correspondiente a Octubre-Noviembre de ese año 1980, subtitulaba un artículo publicado al respecto con la noticia de que el “Museo Británico y centros de arte norteamericanos ofrecieron adquirir la colección del arqueólogo Federico Felbermayer”. Asimismo, el diario El Mercurio de Valparaíso, en su edición del 16 de octubre, bajo el título de “Una importante donación hacen a museo viñamarino”, informa que “valiosos objetos de artesanía dela Isla de Pascua recibió en donación el Museo de Arqueología e Historia Natural Dr. Francisco Fonck, de dos instituciones que, en base a un primer testamento del investigador Federico Felbermayer, habían heredado al fallecer éste en Quilpué”. Más adelante, en el mismo artículo, el Dr. Gajardo le comenta al periodista que “este es un tesoro incalculable que para felicidad de nuestro país, ha pasado a integrar los valores que tiene este Museo local”.
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