David Rockefeller, acompañado de Agustin Edwards (dueño del Mercurio) uno de los principales pilares del "Nuevo Orden Mundial", arriba a Chile para sus anuales vacaciones en Lago Ranco.
Pese a todo su dinero y poder, no todo el mundo se somete a sus designios, como lo demuestra un orgulloso compatriota que los encara en el aeropuerto.
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