Este es el título de un interesante artículo de la CORPORACION DE DEFENSA DE LA SOBERANIA (www.soberaniachile.cl) quienes abordan la denominada "TEORÍA HENRIQUEZ", temática que también ha sido abordada "El Mercurio", del cual les ofrecemos algunos párrafos fuente: http://www.soberaniachile.cl/patag3.html
En el señalado texto, Enríquez se manifiesta convencido de las famosas afirmaciones pregonadas por el cientista político estadounidense Joel Garreau, hacia los años ochenta, sobre la posibilidad de que surgieran nuevos países producto de un reordenamiento global, donde la fragmentación cumpliría con una función destacada. Al parecer, el investigador también estaría influido por las teorías futuristas del valor del conocimiento de Alvin Tofler. Algo parecido había señalado con anterioridad el famoso antropólogo Desmond Morris, quien ya en los sesenta pudo prever el surgimiento de los actuales conflictos culturales y étnicos, producto de este nuevo reordenamiento, basándose a su vez en trabajos como los de Teilhard de Chardin. Cada crisis o guerra equivaldría, entonces, a la tronadura que producen los "acomodadores de huesos" sobre el esqueleto de la nueva situación global.
Enríquez toma la tesis que Garreau enfocó en Norte y Centro América, y observa lo que ocurre en América Latina. Su conclusión es sorprendente:
"Hasta ahora, el hemisferio occidental ha sido una parte del mundo que parece haberse mantenido al margen de los impulsos secesionistas".
Y más adelante, agrega sobre el escenario actual de del mundo:
"El objetivo de la mayoría de las guerras actuales es hacer a los países más pequeños, no más grandes".
En efecto, el caso de una Yugoeslavia, o bien una Chechenia contra Rusia parecen verificar por sí solos las afirmaciones de Enríquez, quien cuenta además con las impresiones formadas como negociador de conversaciones con la guerrilla chiapense, fenómeno de alzamiento y de exigencia de autonomía indígena que también ha tenido ecos e imitadores en Chile. No por nada hace ver que, en 1914, el mundo tenía 62 países; en 1946, habían 74; y en 1998, al escribir el artículo, ya se contaban 193.
... El caso más ilustrativo, sin embargo, el del surgimiento del país de Belice, la "Hondura Británica", tal vez pionero en Sudamérica del fenómeno preciso descrito por Enríquez y cuyo origen se relaciona a concesiones de explotación forestal otorgadas durante la Colonia a los británicos sobre este rico y poco poblado territorio aledaño al mar Caribe, posteriormente reclamado por varias naciones de esta región continental. Sin embargo, un acuerdo de autonomía firmado con Guatemala y el reconocimiento para los británicos de los derechos madereros que habían sido otorgados por España, permitieron que el país se declarara independiente en 1964, logrando ser reconocido por la ONU en 1981 a pesar de los esfuerzos guatemaltecos por recuperar el territorio.
Hoy, Belice una nación independiente, miembro de la Comunidad Británica de Naciones y de la OEA. Curiosamente, parte de su territorio también fue declarado como "Patrimonio de la Humanidad" por la UNESCO en 1996, en la zona marítima correspondiente al Santuario de la Barrera de Arrecifes. Es la misma categoría patrimonial que se pretende dar al controvertido Parque Pumalín, en el territorio chileno de Palena, según veremos.
... El proceso de constitución de un Parque Privado en el territorio chileno de Pumalín -internacionalizado a través de la categoría de "Santuario de la Naturaleza" o "Patrimonio de la Humanidad"- ofrece todas las características asociadas a independentismos territoriales o procesos secesionistas observados en la historia universal, como los que hemos descrito, y que culminan con la aparición de nuevas naciones o el traspaso de un territorio desde la soberanía de un país a la de otro. Incluso, es posible identificar medidas de "limpieza racial" por parte de los fanáticos de la ecología profunda que se han apoderado del lugar, al promover el desplazamiento poblacional y la descolonización de la zona.
Lo preocupante de Enríquez es que ha visto en Sudamérica el principal candidato a la fragmentación en los próximos años. Su conclusión es clara: los próximos países surgirán en territorios que actualmente pertenecen a Chile, Argentina o Brasil, inclusive acaparando territorios de más de uno de ellos. El Sur de Brasil, la costa de Guayaquil en Ecuador y el Sur de Chile están entre los más peligran, a su juicio".
"En la edición del cuarto trimestre de 1999 de la "Foreign Policy", de Washington, apareció un sorprendente artículo redactado por el investigador Juan Enríquez Cabot, miembro del Centro David Rockefeller para Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Harvard. Enríquez es un experto mexicano en temas de índole política internacional, además de ex-funcionario de Gobierno y negociador de la paz en Chiapas, hacia 1995. El artículo, también aludido en el semanario "The Economist", fue reproducido en parte por el diario chileno "El Mercurio" del domingo 5 septiembre de 1999, en las páginas internacionales, en un artículo redactado desde Miami por el escritor y periodista Andrés Oppenheimer.
En el señalado texto, Enríquez se manifiesta convencido de las famosas afirmaciones pregonadas por el cientista político estadounidense Joel Garreau, hacia los años ochenta, sobre la posibilidad de que surgieran nuevos países producto de un reordenamiento global, donde la fragmentación cumpliría con una función destacada. Al parecer, el investigador también estaría influido por las teorías futuristas del valor del conocimiento de Alvin Tofler. Algo parecido había señalado con anterioridad el famoso antropólogo Desmond Morris, quien ya en los sesenta pudo prever el surgimiento de los actuales conflictos culturales y étnicos, producto de este nuevo reordenamiento, basándose a su vez en trabajos como los de Teilhard de Chardin. Cada crisis o guerra equivaldría, entonces, a la tronadura que producen los "acomodadores de huesos" sobre el esqueleto de la nueva situación global.
Enríquez toma la tesis que Garreau enfocó en Norte y Centro América, y observa lo que ocurre en América Latina. Su conclusión es sorprendente:
"Hasta ahora, el hemisferio occidental ha sido una parte del mundo que parece haberse mantenido al margen de los impulsos secesionistas".
Y más adelante, agrega sobre el escenario actual de del mundo:
"El objetivo de la mayoría de las guerras actuales es hacer a los países más pequeños, no más grandes".
En efecto, el caso de una Yugoeslavia, o bien una Chechenia contra Rusia parecen verificar por sí solos las afirmaciones de Enríquez, quien cuenta además con las impresiones formadas como negociador de conversaciones con la guerrilla chiapense, fenómeno de alzamiento y de exigencia de autonomía indígena que también ha tenido ecos e imitadores en Chile. No por nada hace ver que, en 1914, el mundo tenía 62 países; en 1946, habían 74; y en 1998, al escribir el artículo, ya se contaban 193.
... El caso más ilustrativo, sin embargo, el del surgimiento del país de Belice, la "Hondura Británica", tal vez pionero en Sudamérica del fenómeno preciso descrito por Enríquez y cuyo origen se relaciona a concesiones de explotación forestal otorgadas durante la Colonia a los británicos sobre este rico y poco poblado territorio aledaño al mar Caribe, posteriormente reclamado por varias naciones de esta región continental. Sin embargo, un acuerdo de autonomía firmado con Guatemala y el reconocimiento para los británicos de los derechos madereros que habían sido otorgados por España, permitieron que el país se declarara independiente en 1964, logrando ser reconocido por la ONU en 1981 a pesar de los esfuerzos guatemaltecos por recuperar el territorio.
Hoy, Belice una nación independiente, miembro de la Comunidad Británica de Naciones y de la OEA. Curiosamente, parte de su territorio también fue declarado como "Patrimonio de la Humanidad" por la UNESCO en 1996, en la zona marítima correspondiente al Santuario de la Barrera de Arrecifes. Es la misma categoría patrimonial que se pretende dar al controvertido Parque Pumalín, en el territorio chileno de Palena, según veremos.
... El proceso de constitución de un Parque Privado en el territorio chileno de Pumalín -internacionalizado a través de la categoría de "Santuario de la Naturaleza" o "Patrimonio de la Humanidad"- ofrece todas las características asociadas a independentismos territoriales o procesos secesionistas observados en la historia universal, como los que hemos descrito, y que culminan con la aparición de nuevas naciones o el traspaso de un territorio desde la soberanía de un país a la de otro. Incluso, es posible identificar medidas de "limpieza racial" por parte de los fanáticos de la ecología profunda que se han apoderado del lugar, al promover el desplazamiento poblacional y la descolonización de la zona.
Lo preocupante de Enríquez es que ha visto en Sudamérica el principal candidato a la fragmentación en los próximos años. Su conclusión es clara: los próximos países surgirán en territorios que actualmente pertenecen a Chile, Argentina o Brasil, inclusive acaparando territorios de más de uno de ellos. El Sur de Brasil, la costa de Guayaquil en Ecuador y el Sur de Chile están entre los más peligran, a su juicio".
Una vez más, reconocemos, valoramos y recomendamos visitar www.soberaniachile.cl para mantenerese al tanto de aspectos generales que afectan la Soberania Nacional y que se alejan de los objetivos especificos de este sitio.
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