En entradas anteriores hemos hecho alusión a la Recalada-del-primer-buque-de-guerra-Chileno en Isla de Pascua e incluso hemos incorporado el articulo que la revista de marina publico al respecto (ver entrada) en esas ocasiones hemos hecho notar que el primer oficial de la Armada de Chile que visita la isla en una nave de nuestra Marina fue Leoncio Señoret Montagne, un 1° de abril de 1837.
Quiso el destino que sus hijos siguiesen la vocación naval y uno de ellos fuese Gobernador de Magallanes en la época que la empresa Williamson Balfour arrendo al fisco chileno, en forma simultanea, terrenos para pastoreo de ovejas, tanto en Magallanes como en Isla de Pascua.
Pues bien, es sabido que las empresas estancieras de la Patagonia (tanto chilena como argentina) pagaban "por indio muerto", lo que se demostraba arrancandoles los genitales o ambas orejas, para asi evitar que los "indios se roben el ganado"...
Hacemos este comentario para presentar la MEMORIA que Manuel Señoret presento al gobierno central, dando a conocer la triste situación que amenazaba al pueblo ona, y que en definitiva lo llevo a la extinción... resaltando la responsabilidad de LA MISMA EMPRESA que en forma simultanea tenia arrendada, para idénticos fines, la isla de Pascua y la tierra del fuego.
LAS BUENAS INTENCIONES: De la pagina 27 extraemos dos parrafos, en alusion a que para evitar la "caceria" de indios, los sacerdotes Salecianos proponen reubicarlos en Isla Dawson:
"Entre tanto, como se ha dicho antes, la Sociedad Explotadora de la Tierra del Fuego ocupaba sus tierras haciendo recrudecer la lucha entre los ganaderos y los onas, que traía, entre otras consecuencias, la destrucción de buen numero de ovejas.
"En estas circunstancias se presento el R.P. Jose Fagnano al Consejo Directivo de la Sociedad Explotadora el 16 de mayo de 1895, solicitando que por cada indio ona que se transportara de las estancias de la sociedad a la isla Dawson se le diera a la misión una cantidad determinada.
LAS TRISTES CONSECUENCIAS: Sin embargo, de la pagina 31 extraemos dos párrafos que nos ilustran sobre el trágico resultado de esa estrategia:
"En la isla les están vedados en gran parte los goces de la familia, únicos que pueden apreciar en su vida libre y nomade en las pampas de su suelo natal y que les sirven de poderoso estimulo para dedicarse a la caza y aun a los peligros de la guerra.
Desligados así de toda iniciativa y libertad, sin ocupaciones que cautiven su espíritu o lleven a su cerebro ideas nuevas, suspirando por aquella vida de movimiento y completa independencia a que se hallaban habituados, lamentando el cautiverio y estrechez en que viven, se apodera de ellos la nostalgia y decaen física y moralmente, predisponiéndose su naturaleza a males que minan y concluyen con su misera existencia".
Resaltamos que los Sacerdotes Salesianos, al recluir a los onas en Dawson, lo que buscaban era salvarlos de los "cazadores de indios" que financiaba la "Compañia Explotadora de Tierra del Fuego", que al igual que la "Compañia Explotadora de Isla de Pascua" eran filiales de la Williamson Balfour. He aquí el testimonio de un "cazador de indios":
"Mister Bond cuenta, en ocasiones con orgullo y siempre como "chiste" especial que el personalmente fue "cazador de indios" y que por "méritos" propios ascendió a capitán de una cuadrilla de cazadores. Que al principio les pagaban a el y a sus compañeros de "faena" una libra esterlina por cada "par de orejas" de indio que entregaban. Que como entre los cazadores había algunos demasiado blandos de corazón, que a veces se conformaban con cortar las orejas a sus victimas sin matarlas, y como los "patrones" se apercibieron de la trampa por haber visto algunos indios desorejados se cambio el sistema y desde entonces no se les pagaba la libra esterlina, sino a cambio de la cabeza, los testículos, los senos o algún otro órgano vital de eso que constituía la "gran caza" de la Patagonia.
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