A mediados de abril, el presidente del Parlamento Rapa Nui, Araki Tepano, aseguró en una entrevista que el movimiento que él encabeza y que prácticamente mantiene tomada la Isla de Pascua no daría marcha atrás en su decisión de separarse del Estado chileno y que una de las primeras medidas adoptadas fue quitarle a la Corporación Nacional Forestal (Conaf) la administración de los parques nacionales, para asegurar que los turistas accedan de manera libre y gratuita a los lugares sagrados.
“Nuestra postura es recuperar y proteger el territorio. La Conaf los tiene abandonados y no los cuida. Cobran al turista y se llenan los bolsillos. Es inaceptable eso. Este pueblo está dispuesto a luchar, pues nos unimos todos acá, incluido el comercio. Esta causa es de todos y ya no hay vuelta atrás, pues hemos esperado 140 años al Estado de Chile y nunca se ha acercado a conversar con nosotros”, dijo el dirigente el 14 de abril a Terra.cl, oportunidad en la que aseguró que “somos 3 mil Rapa Nui luchando y tenemos varias instituciones extranjeras que nos apoyan”.
Y fue más allá, al declarar que “la puerta ya está cerrada al diálogo con el Gobierno de (Michelle) Bachelet y cualquier otro. Si el Estado de Chile quiere venir a luchar y quitarnos lo que es nuestro, nosotros lucharemos hasta la muerte por nuestra tierra sagrada de Rapa Nui”.
Por ahora, los más afectados por los cambios que en los últimos dos meses se han producido en la isla y que básicamente pretenden regular la inmigración y la recuperación de las tierras, son principalmente los residentes que provienen del continente, quienes han visto reducida su movilidad ante el bloqueo de caminos y rutas. Y también aquellos rapa nui que se desempeñan en instituciones como Conaf, quienes temen perder sus empleos.
“Muchos chilenos residentes nos sentimos presos en el pueblo. No podemos circular libremente por isla y además perdimos nuestros trabajos. Nadie quería hacer una denuncia pública por temor a las represalias por parte de esta agrupación”, comenta Hugo Rosas, guía turístico, quien lleva 15 años viviendo y trabajando para la isla, junto a su esposa y sus dos hijos, todos chilenos continentales.
“En los primeros días la discriminación era tan extrema, que iba caminando por la calle cuando se detuvo una camioneta, un rapa nui sacó la cabeza por la ventana y me escupió por ser continental. Todos los chilenos arrendamos casas a los rapa nui y sin poder trabajar es imposible pagar”, agregó.
Pero este conflicto no es sólo de chilenos versus rapa nui, sino muchos isleños están en desacuerdo con las medidas impuestas por el Parlamento. Uno de ellos es Ema Tuki, empresaria turística y propietaria del Hotel Altiplánico, quien declara: “Soy rapa nui y estoy de acuerdo con la ‘Ley de Migración’ pero no me parece la forma en que se está resolviendo. La ley de control migratorio se debe trabajar con la comunidad completa. Muchos continentales están ligados con nuestro mundo, llevan años trabajando para la isla, otros son padres o madres de rapa nui y no podemos cerrarles las puertas y pensar que no existen. Las autoridades internas como el municipio y la gobernación no han hecho nada. Por el contrario, ha imperado la violencia y omisión de los hechos de este grupo de anarquistas”.
Christian Barrios es otro chileno continental que perdió su trabajo y decidió hacer pública su historia. Llegó a la isla hace más de cuatro años en compañía de su familia. Su esposa, quien es profesora, fue trasladada a uno de los colegios de la zona. Siempre ha estado ligado al mundo del turismo y cuenta: “Fui formado en la cultura por el respetado Sergio Rapu, el primer arqueólogo rapa nui, quien me dio la posibilidad de salir a guiar. Cuando estuvieron los caminos cerrados los continentales no podíamos salir del pueblo si no íbamos acompañados y vigilados por un rapa nui. Luego de un mes, se abren los accesos, entonces me acerqué al Parlamento a preguntar si podía retomar mis labores. Ellos contestaron que no, a menos que consiguiera una credencial que su misma gente entrega, y un patrocinio de alguna persona originaria de la isla. Las personas que me podían dar ese apadrinamiento desistieron, para no quedar como traidores y evitar futuros conflictos con esa agrupación”.
Hasta ahora, los lugares turísticos más importantes, como Rano Raraku, Orongo, Ahu Akivi y Tongariki, continúan controlados por personas del Parlamento, quienes vigilan el ingreso de todas las personas. “Me ofrecieron golpes y me agarraron a piedrazos. Lo lamentable es que fui hablar con el alcalde, la gobernadora y el Parlamento, pero no obtuve ningún respaldo de parte de las autoridades. Aquí no hay Estado de derecho. Al gobierno continental no sé si le importa esta situación, pero lo único que me quedó después de haber agotado todas las instancias y rogar que me dieran credencial para trabajar, fue vender mis cosas y retornar al continente como si fuera un delincuente”, se lamentó Barrios.
CONAF
Las instituciones de la Isla no han quedado exentas de esta problemática de discriminación. Conaf ha sido la institución más afectada. Hace dos meses que todos sus trabajadores han tenido que abandonar sus labores en terreno porque no se les permite cuidar y velar por la integridad de los parques. “Están reclutados en la oficina porque no tienen el apoyo del gobierno que resguarde sus puestos de trabajo. Ahí está la ingobernabilidad total”, comenta Ema Tuki, empresaria turística rapa nui.
Ivonne Nahoe, ingeniera comercial y vicepresidenta de la Cámara de Turismo Rapa Nui, señaló que “Conaf con el poco recurso humano que tiene ha podido sacar adelante proyectos emblemáticos para la isla. Siempre hay que mejorar, pero la tarea realizada hasta el momento ha sido buena. Es lamentable lo que ha sucedido con los trabajadores y sus familias”.
Conaf está constituido por 33 trabajadores de planta, más un apoyo de 11 contrataciones para la temporada alta. El equipo en su mayoría lo componen rapa nui.
Pedro Hito Aranguiz, un guardaparque rapa nui que trabaja hace 20 años para la institución, afirmó que “estos últimos 50 días han sido un infierno. Nosotros no somos políticos, cuidamos a nuestros ancestros. Cuando nos impiden resguardar el parque nos impiden acercarnos a nuestras raíces. Yo fui a hablar con Leviante Araki para preguntarle por qué no nos dejaban trabajar, él me contestó que el problema es que habíamos sido contratados por el gobierno de Chile y por eso debíamos ser todos destituidos y despedidos de nuestros cargos”.
A la fecha, el personal de Conaf no había podido retomar sus labores. “El Parlamento y todo este movimiento ha sembrado discriminación. Clasifican a las personas por su herencia cultural: los que son continentales, los que son rapa nui de primera y segunda categoría; la última hace referencia a los mestizos” añadió Pedro Hito.
La consejera regional, Sofía Faúndez Hey ha estado presente desde el inicio del conflicto. Dice que lo que más le preocupa es la intolerancia del movimiento frente a otras posturas. “Es preocupante que no toleren la libertad de expresión. No me toleran porque soy mestiza a pesar de vivir en la isla toda mi vida. Me he encargado de que las autoridades regionales estén en conocimiento de la situación, informando en cada una de las reuniones del pleno el conflicto que estamos viviendo. No puede ser que un 70% de la población de Rapa Nui esté siendo coartada, discriminada y maltratada por expresar un pensamiento más democrático”, dijo.
El guardaparque Pedro Hito enfatiza que “lo que me parece más importante no es perder el trabajo en estos momentos, sino la siembra de racismo que están realizando sobre los chilenos residentes, sobre los rapa nui de primera y segunda clase, como definió Mario Tuki, miembro del parlamento. Con esto, no sé qué esperar para nuestro futuro. ¿Hijos discriminados porque uno de sus padres es continental? Los grandes responsables de todo esto son el Parlamento Rapa nui, lo sigue la Comisión de Desarrollo (Codeipa), apoyado por el silencio de la gobernadora y, finalmente, el alcalde, a quien sólo le interesa manejar los fondos de los parques.”
POCAS DENUNCIAS
Si bien los testimonios dan cuenta de prácticas generalizadas, Carabineros indicó que ha recibido muy pocas denuncias. El mayor de la Sexta Comisaría de Isla de Pascua, Andrés Arenas, indicó también que los efectivos sólo actúan por instrucción de la Gobernación y la Comisión de Desarrollo de Rapa Nui (Codeipa). “Mientras la gobernadora, Marta Hotus, no me llame para dar algún tipo de instrucción, nosotros no podemos actuar”, dijo.
Asimismo, detalló que “sólo puedo referirme a las denuncias que se han formalizado y hasta el momento han sido dos. La primera es de un matrimonio continental que estaba en Anakena y le querían cobrar por permanecer en la playa. La segunda es de un ciudadano americano que lo botaron de una moto, quien quedó con lesiones y esa situación ya está en conocimiento del Ministerio Público. En relación a Conaf, sé que su personal ya no está en los parques, pero es un problema que deben resolver ellos y decidir cuáles serán sus pasos a seguir”.
MEDIOS DE COMUNICACIÓN LOCALES
La isla cuenta con una radio y canal locales, además de un periódico mensual, todos subvencionados por el municipio. Además de tener la señal de TVN y, por momentos, La Red.
Sofía Faúndez analiza el uso de los medios y señala: “Hay una disociación entre lo que el municipio y el parlamento comentan en los medios y finalmente hacen en la isla. Para la prensa las barreras fueron levantadas y todos pueden transitar libremente, pero las autoridades saben que los bloqueos continúan y que el personal de Conaf no puede salir a trabajar. Es lamentable que no tengamos un criterio objetivo de la prensa, un reporteo transversal y en el lugar de los hechos. Pero los líderes de este movimiento lo saben y han sabido aprovechar muy bien esta vitrina y debilidad para mantener silenciadas a las personas”.
Todo el conflicto generó que 20 rapa nui se agruparan con el fin de manifestar públicamente la problemática social y empatizar con todos aquellos que han guardado silencio por temor. Este movimiento denominado “Ki Mataki Te Ara ote Rapa-Nui”, que significa “Abrir los caminos de Rapa-Nui”, lo componen: Arturo Olivares Tepano, presidente de la asociación de pescadores de Hanga Roa; Rogelio Paoa, empresario turístico; Edgard Hereveri, presidente de la Cámara de Turismo; Ema Tuki, empresaria turística y propietaria del Hotel Altiplánico; Ivone Nahoe, ingeniera comercial; Ernesto Tepano, microempresario turístico, entre otros, quienes comentan que “esta situación no puede continuar, nosotros y la comunidad trabajadora de la isla hemos sido anulados por unos pocos, que al ser los más violentos y utilizar la fuerza se han mostrado como mayoría, y han hablado en la prensa como la voz única de la Isla. Nosotros estamos dispuestos a luchar contra la violencia, no podemos permitir una agresión permanente a la comunidad de parte de las autoridades locales. Tenemos toda la energía puesta en la próxima elección de la Codeipa. La base fundamental de cualquier sociedad es hacer partícipe a la comunidad mediante procesos democráticos”.
EL MUNICIPIO Y EL PARLAMENTO RAPA NUI
Sofía Faúndez expone que “hay que entender que el Parlamento Rapa Nui no tiene ningún tipo de legislación, es un movimiento social. Ellos de forma autoritaria exigieron ser parte de la negociación y terminaron siendo los actores principales. De todas maneras no comprendo sus reales deseos. Al comienzo justificaron sus acciones porque deseaban acelerar la ley del control migratorio y en menos de 15 días cambiaron el foco a los dineros y administración de los parques nacionales”.
Y agregó: “Si no nos gusta Chile, como ellos dicen, bueno, desprendámonos completamente, pero sin ambigüedades. Autonomía absoluta, sin subvención, sin salud, sin becas, sin ninguna ayuda del Estado; no sé si lo han pensado así”.
El alcalde de Rapa Nui, Pedro Edmunds, en reiterados discursos públicos, incluso en su programa de radio, ha manifestado que no actúa en contra de las acciones del parlamento porque también son sus hermanos rapa nui.
La comunidad recuerda el pasado 17 de abril, cuando la autoridad se encontraba inaugurando el nuevo centro comercial en medio de los disturbios. Cuatro nuevas empresas llegaban a la isla: una farmacia, una caja de compensación, una isapre y una mutual de seguridad, todas instaladas en uno de sus terrenos privados. En el mismo lugar se encuentra una ferretería que abastece a la isla con material de construcción y mobiliario, propiedad de la esposa del alcalde.
La ceremonia comenzó con un discurso inaugural del jefe comunal donde expresó que “la gente está criticando por qué estas empresas se instalan en mi propiedad y si estoy usufructuando con ellas. Lamentablemente no tengo palabras para justificar este hecho, no vine preparado. Lo que sí puedo decirles es que son empresas sin fines de lucro, son empresas nobles y vienen a contribuir con nuestro plan de amor, amor que tanto nos hace falta en estos momentos.”
La consejera regional comenta: “No entiendo por qué el alcalde da ese tipo de justificación con algo que viene preparando hace años. Pero, bueno, el alcalde es alcalde. ¿Habrá un concejal valiente que quiera analizar esta situación? Ninguno. Lo único que pido es que la autoridad pregunte a todos si nos parece bien su plan de amor”.
Añade que “todos queremos un control migratorio y una administración ordenada de los parques, pero no ha sucedido. ¿Será por qué el gobierno de Chile no ha sabido negociar o porque las autoridades que nos representan no han hecho el trabajo debido? Bueno, esa respuesta no la debo dar yo”.