sábado, 25 de noviembre de 2017

Armada inaugura faro "Mataroa"

La estructura construida con la misma piedra que los moais es 100% autosustentable y alimentada con paneles solares, siendo su diseño reflejo de su cultura y aprobado por el Concejo de Ancianos de la Isla.
En una ceremonia encabezada por el Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Julio Leiva y otras autoridades nacionales, regionales y locales, se inauguró el Faro “Mataroa” (Ojos Largos), que vino a reemplazar la antigua señal de ayuda a la navegación “Hanga Oua”.
El nuevo faro fue diseñado por profesionales del Servicio de Señalización Marítima y Ayudas a la Navegación de la Armada, y fue escogido y aprobado por el Consejo de Desarrollo de Isla de Pascua (CODEIPA) y construido por un artesano local. La estructura tiene una altura aproximada de 4.5 metros y 2.1 metros de ancho, contando con un fanal con un alcance equivalente a 24 kilómetros y revestido de piedras extraídas de la cantera de Isla de Pascua.
El Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Julio Leiva, comentó que “le quisimos entregar a la comunidad Rapa Nui un faro distinto, que demuestra un respeto tremendo por la cultura donde está inserto, autosustentable y que será de una gran utilidad para el desarrollo de la isla. Los faros son puntos de orientación para los navegantes que puedan retornar a sus puertos y este faro será de una importante ayuda a los pescadores artesanales, para que recalen con seguridad y con el fruto de su trabajo”.
En tanto, el Director de Seguridad y Operaciones Marítimas de la Armada, Contraalmirante Mario Montejo, durante el discurso inaugural, hizo hincapié en la labor y el compromiso que la Armada ha tenido con la isla. “La construcción de esta señal constituye una muestra del espíritu que animó a Policarpo Toro cuando se enamoró de Rapa Nui y de tantos otros "Mataroa" que han recalado con ilusión y han zarpado al continente con profunda nostalgia. Ése es el espíritu que nos anima a los marinos de hoy y que refuerza nuestro compromiso como Institución por la seguridad en el mar, la protección de los intereses marítimos de la nación y el respeto por todos los chilenos”.


FUENTE:  http://www.login.cl/noticias/6331-armada-inauguro-primer-faro-ecologico-de-chile-en-isla-de-pascua 

viernes, 24 de noviembre de 2017

Estado entrega formalmente concesión del Parque Nacional a Ma'u Henua.

martes, 21 de noviembre de 2017

Lorenzo Dominguez Villar en Rapa Nui (1960-1961)

Más fotografias de Lorenzo Dominguez en Rapa Nui en:
http://www.lorenzodominguez.com/ARCHIVO/ISLA/index.html
Lorenzo Dominguez fue un destacado escultor chileno, formado academicamente en España y Argentina,  es considerado el padre de la escultura moderna chilena, pero él no solo se nutrió de lo que la academia europea le dictó, buscó en forma pionera inspiración en la cultura rapanui, es así como vivió en Isla de Pascua entre 1960 a 1961 (13 meses)  y volcó su experiencia a través no solo del cincel, sino también de la pluma, fue testigo privilegiado del modo de vida rapanui antes de la inserción de la isla en la economía-mundo a través de la industria turística, por lo tanto, como historiador, considero a Lorenzo Dominguez un testimonio importante para entender, para dimensionar, como en pleno siglo XX, se mantenían las formas de vida tradicionales en Rapa Nui,   compartimos por lo tanto sus cartas-diario de vida, que escribió durante su estadía en la isla...  mas adelante volveremos sobre este texto para un análisis exhaustivo.

Agradecemos a la familia Dominguez haber compartido este texto, cuya edición impresa solo se encuentra en bibliotecas especializadas y catálogos de bibliofilos, para que libremente todo interesado pueda leerlo en linea desde: 
www.lorenzodominguez.com/TEXTOS/DIARIOISLADEPASCUA/PDF/DiarioIDP.pdf


Transcribimos parte de su biografía publicada por Marina Meneses Weber, con ocasión de la exposición de Muestra de Lorenzo Dominguez realizada por la Corporación Cultural de las Condes en mayo de 2010:


"Lorenzo Domínguez es un destacado escultor que nació en Chile en 1901, estudió en la Academia de San Fernando de España y se radicó en Argentina, donde consolidó su obra y formó familia. Hijo de padres españoles, luego de cursar cuatro años de medicina, decidió volcarse hacia el arte y para hacerlo optó por la formación en una de las escuelas más prestigiosas de Europa, oportunidad que se facilitó debido a la nacionalidad de sus padres.
En 1930 volvió a Chile y el bagaje adquirido en Europa lo transformó en líder de su generación y en uno de los artistas que renovaron las artes nacionales. En 1931 asumió como profesor de la cátedra de escultura de la Escuela de Bellas Artes, donde formó a las destacadas escultoras Marta Colvin y Lily Garafulic. Más tarde, en 1941 fue contratado por la Universidad Nacional de Cuyo en Mendoza, Argentina, y desde entonces vivió y trabajó en el país trasandino.
En 1960 concreta un anhelado sueño: se traslada a la Isla de Pascua, donde reside durante trece meses, creando grandes dibujos y esculturas, y estudiando los tesoros artísticos de la isla. Tras su muerte en 1963, sus descendientes se han dedicado a preservar y difundir su obra.
Fue un artista latinoamericano que vivió su arte bajo el signo de ciertos concretismos. Antes de su encuentro directo con la Isla de Pascua, fue capaz de sintetizar las perspectivas estéticas adquiridas durante sus años de formación en España y Francia con ciertos rasgos del arte precolombino. Privilegió a la piedra sobre otros materiales clásicos como el bronce y la madera, y las piedras andinas sobre el tradicional mármol de Carrara. Domínguez fue a su vez un notable dibujante y su producción comprende alrededor de 500 dibujos de gran tamaño.
Gracias a la preocupación de su familia, radicada en Mendoza y en Buenos Aires, la obra completa de Lorenzo Domínguez se encuentra catalogada y resguardada y ha sido exhibida en numerosas muestras realizadas en Argentina. Sin embargo, a pesar de ser considerado el padre de la escultura moderna en Chile, su obra no ha sido difundida en nuestro medio, más aún entre las nuevas generaciones de artistas, para quienes Domínguez es una figura casi mítica, que no saben bien si ubicarla en España o en Argentina.

Fuente reseña bibliografica: http://yofui.com/?evento=2501

Para una biografia más completa sugerimos visitar su sitio en Wikipedia

Se disparan visitas e interacciones en redes sociales

Con ocasión de las recientes elecciones Presidenciales, Parlamentarias (Senadores y Diputados) y Consejeros Regionales, se dispararon las visitas a nuestro sitio web, es cosa de ver el grafico de visitas de nuestro blog y constatar que se dispararon en el último periodo.

Tambien debemos reconocer que subieron las visitas por la nota que daba cuenta de la "reciente ilegalidad conocida" del alcalde de Isla de Pascua, denunciada por NOI.   Decimos "reciente ilegalidad conocida", ya que solo ahora sabemos que venía hace muchos años cobrando DOS MILLONES Y MEDIO MENSUALES de una empresa privada (NOI Hoteles) lo que es ilegal (ver nota)

Esperamos que las nuevas autoridades, todas ellas de signo politico distinto al del cuestionado edil, puedan frenar la CORRUPCION que no solo se ha apoderado de la municipalidad de Isla de Pascua, sino tambien de un gran numero de instituciones continentales, es por lo tanto una ardua tarea enfrentar a quienes defraudan la confianza popular y se enriquecen ilegitimamente.

lunes, 20 de noviembre de 2017

RN obtiene primera mayoria en Rapa Nui


Acorde a nuestras expectativas, las que hemos promocionado en entradas previas (ver video promocional), las elecciones parlamentarias y de Consejeros Regionales representaron un gran triunfo para la lista de "Renovación Nacional".

El senador Francisco Chahuan logró primera mayoria nacional, e incluso arrastró a otro candidato (el almte. Kenneth Puigh), vale la pena recordar que Francisco Chahuan es el único parlamentario con oficina distrital en Rapa Nui.

Además, la  preferencia del electorado logró elegir como Diputado a Andres Celis Montt, candidato que había manifestado fuerte cercanía con Rapa Nui,

Por último, en la elección de Consejeros Regionales (CORE) se obtuvieron los dos cupos en disputa para RN, con Eli Arevalo Pakarati y Tarita Alarcón Rapu.

¡Felicitaciones a toda la comunidad de Isla de Pascua por tener tan buenos representantes!

viernes, 17 de noviembre de 2017

Pido a mis compatriotas continentales, votar por Andrés Celis Montt como Diputado por el Distrito 7 (P-98)

Senador Chahuan, acompañado de Andres Celis, se refiere a la situación de Isla de Pascua.




En el video vemos al senador Francisco Chahuan acompañado de Andres Celis Montt, candidato a Diputado por el distrito 7, que incluye a Isla de Pascua, refiriéndose a la situación de Rapa Nui y los compromisos pendientes del Estado Chileno. 

Hacemos notar que la preocupación de Andres Celis Montt por isla de Pascua no es reciente, de lo que ya habíamos dado cuenta cuando lo entrevistamos para el "Día del Patrimonio", en Viña del Mar, cuando apoyó las actividades realizadas en el Museo Fonck de Viña del Mar, para difusión de la cultura rapanui, que incluyeron charlas, visitas guiadas y danza y cantos rapanui...   todo absolutamente gratis para disfrute y valoración de las manifestaciones culturales ancestrales del pueblo rapanui.

Annette Rapu

Compartimos estos hermosos y pulcros videos que nos envía nuestra amiga Annette Rapu, quien apoyada por un formidable equipo de campaña ha levantado su candidatura al Congreso Nacional, como Diputada, en la linea del Senador Francisco Chahuan, tratando de representar a la comunidad rapanui en las políticas públicas nacionales.

viernes, 10 de noviembre de 2017

Presentación en FILSA 2017

De Izquierda a derecha:  Cristian Salazar, Eduardo Ruiz-Tagle. Gabriela Ruiz, Marcos Moncada, Jessica Baali,
Riet Dilsen, Ricardo Riquelme.

Agradecemos al profesor ROLF FOERSTER la siguiente presentación del libro "Kainga:  una historia familiar.

Rapa Nui. Kainga una historia familiar.
Marcos Moncada, Rapanui Press, 2017.

Agradezco a Marcos Moncada la posibilidad de presentar su libro “Rapa Nui. Kainga una historia familiar”. La obra está organizada en 9 capítulos, que están precedidos por dos prólogos, uno del ex gobernador y Dr. en Arqueología, Sergio Rapu Haoa, titulado “¿De quién es la tierra en Rapa Nui?” y el otro de Dr. Ricardo Cicerchia, con el nombre de “Kainga a propósito del gesto familiar”.
Estos prólogos son coherentes narrativamente con la tesis central del texto y que está contenida en el título “Kainga una historia familiar”. Recordemos el campo semántico de la expresión Kainga [kāiŋa]: patria, tierra, territorio, lugar de origen, útero, matriz. Muchos pueblos hacen esta vinculación (“la madre patria”), en el Chile de la Zona Central también la tierra era un asunto familiar –¡qué sería de las familia Larraín y Errázuriz sin sus haciendas! -, hasta que vino la Reforma Agraria y la Contra RA y la transformó en una historia de mercado. De allí entonces la urgencia de aproximarse a cómo los rapanui vinculan la tierra con el universo parental.
Moncada aborda la cuestión familiar, después de proponer siete “patrones culturales polinésicos” (pae-pae, u ama, tohua, me’ae, tiki, pa y petroglifos), bajo una unidad mayor que él llama comunidad o clanes (¿Mata?):
“…la forma comunitaria de asumir la tierra, bajo la dirección de un jefe de familia, condicionó los desarrollos culturales, todos en función de la sobrevivencia de los clanes o familias en relación a su producción de su territorio, que desde el momento que es compartido con los antepasados que los precedieron, ya podemos denominar “territorio ancestral” (p.56).

Veamos como lo expresa Sergio Rapu en su prólogo:
“…cada zona poseía un dueño. Los documentos que establecían la propiedad de un espacio específico , lo constituían los altares, o Ahu, plataformas que contenían las representaciones pétreas de los antiguos líderes de ese poblado, quienes después de fallecidos, venían a habitar sus nuevos cuerpos Moai, para cuidar del paraje, sus habitantes y sus descendientes” (p.13).
Kainga y su división en “territorios ancestrales” (Moncada) o “Ahu”, o mata, tiene entonces una dimensión histórica de larga duración, que, como dice la tradición oral y musical, se remonta al rey Hotu Matua y a la repartición del kainga a sus hijos. A mediados de la década de 1930 Métraux, puso en evidencia la vigencia de este patrón, lo llamó patriotismo tribal:
“Si se pregunta a cualquier habitante de la aldea de Hangaroa: “¿Cuál es tu tribu?”, responderá sin dudar: marama, tupa-hotu, nga-ure o miru, aunque su padre sea un inglés o un chileno. Si se le piden mayores datos, dará la filiación tribal de sus padres y abuelos, llegando a señalar sobre el terreno los límites exactos del territorio ancestral […] El patriotismo tribal debió ser muy tenaz, ya que ha podido mantenerse aunque en forma atenuada, en la memoria de los indígenas modernos” (1950:100).
En 1988, justo cuando se cumplían los 100 años del “acuerdo de voluntades”, el Consejo de Ancianos publicaba Te Mau Hatu’o Rapa Nui. Los soberanos de Rapa Nui, libro genealógico-familiar que vincula a cada rapanui con sus respectivos mata, en este sentido ahora, Sergio Rapu nos dice:
“…claramente la isla entera, con sus más de trescientos Ahu y más de mil moais diseminados por todo el territorio, nos hablan de una propiedad total” (p.14).
Ahora bien, todo esto estaría muy bien si efectivamente los rapanui gozaran de su “propiedad total”, pero no es así y, porque no es así, es que se publican libros como el que estamos presentando.
Sabemos que el proceso de evangelización de la década de 1860 llevó a los rapanui a desplazarse a Hanga Roa y a Vaihu (voluntariamente e involuntariamente), pero manteniendo los vínculos reales-materiales con sus kainga. Cuando se firmó el “tratado de buena voluntad” en 1888, esta condición se mantuvo y Pedro Pablo Toro fue fiel a ese “pacto”. No obstante, fue puesto en cuestión en 1895 cuando el Estado arrendó la Isla a un empresario porteño (Merlet), el que en 1903, junto a la Williamson Balfour, formaron la Compañía Explotadora de Isla de Pascua. El éxito económico de esta empresa estanciera, pasaba por el confinamiento de los rapanui en Hanga Roa:
Cito el texto:
“…una vez ya asentados en Hanga Roa, y arrendada la isla por el Estado a un particular, se producen hechos de violencia, reducción forzada por la existencia de la pirca que rodeaba Hanga Roa y el control de los dos accesos/salidas, así como negación del derecho a recuperar las tierras ancestrales fuera de la pirca…” (p.106).
Ahora bien, ¿qué sucedió con los rapanui “radicados” en Hanga Roa? Por lo ya dicho el patriotismo tribal se mantuvo, pero como un imaginario, a pesar de los intentos de eliminarlo por parte de las autoridades, intentando poner fin al horizonte del tratado de voluntades de 1888 (a través de medidas como las deportaciones, el asesinato del rey Riro, el arriendo, etc.). Pero ¿qué pasó en los “hechos” ?, ¿cómo se organizó la comunidad? La tesis de Moncada es, al respecto, ambigua: por un lado, siguiendo a Riet Delsing, sostiene que habría una continuidad en la medida que en Hanga Roa “se repetían los patrones de asentamiento antiguos sobre todo el territorio de la Isla, aunque esta vez a una escala menor” (p.117-118). Por otro lado, una ruptura
“…por una necesidad de sobrevivencia los grupos debieron replantearse su forma de distribución, ya no eran familias –cada una autosuficiente-, sino los restos de familias raleadas por la enfermedad y la muerte, y por lo tanto, debieron relacionarse de otro modo para poder sobrevivir” (p.105-106).
Frente a estas dos opciones Moncada opta por la primera: “…el reasentamiento en torno a Hanga Roa (…) se desarrolló siguiendo patrones previos… fue una nueva Rapa Nui, pero a escala” (p.118).
Este escenario es el adecuado para entender el caso de los Hito, por un razón simple y poderosa:
“…algunas familias, como la familia Hito ocuparon los mismos terrenos que ya ocupaban desde antes que la isla fuese chilena” (p.108).
Se trata de una relación excepcional, si las otras familias, kainga, instalados en Hanga Roa ya no pudieron vivir en sus “territorios ancestrales”, sí lo hicieron los Hito.
En este contexto, la tesis del colapso” (familias raleadas” para usar los términos de Moncada) permite entender que el proceso de “re-asentamiento” no generó un conflicto en el seno de la sociedad rapanui.
Hay un punto no tratado directamente por Moncada y que nos parece central para comprender los conflictos (y los no conflictos) en torno a la tierra: se trata que en el proceso de constitución de la “propiedad” en Hanga Roa se continuó de la mano de la mediación de la autoridad naval chilena, no sólo por la entrega de “títulos provisorios” (que reconoció la forma rapanui de repartición) sino también por la ampliación territorial, en Hanga Roa, y después fuera de ese perímetro, vía la entrega de parcelas de 5 hectáreas a rapanui y no a continentales. Este proceso evitó dos tipos de conflictos (comunes por ejemplo en la Araucanía) intracomunitarios e “interétnicos”: recordemos que la carta que dio inicio a la revolución de “Alfonso Rapu” no se menciona el tema de las tierras, pero sí se pide ayuda al Estado para recuperar las tierras en Tahiti (una dimensión territorial sólo mencionada en el epígrafe del libro).
Un efecto no esperado fue la transformación de los “títulos provisorios” (para el Estado) en títulos “definitivos” para las familias y para la comunidad rapanui. Los conflictos más potentes se dan justamente cuando el Estado inició, a mediados de la década de 1960, con la ley Pascua de por medio, el despojo de las tierras comprendidas en los “títulos provisorios”: fue el caso de los Hito, pero también de muchas otras “familias” cuyas “parcelas” fueron afectadas por la instalación de los aparatos del Estado. Permítanme leer parte de una carta de las hermanas Chávez (Teave), del 25 de abril de 1983 al jefe de la Oficina de Tierras y Bienes Nacionales”:
1.- Reclamamos enérgicamente en contra la demanda que rola en causa criminal Nº 1.976 por ‘usurpación de tierras’, demanda que suponemos viene de esa Oficina de Tierras y Bienes Nacionales en contra de los dueños.
2.- Para su conocimiento, la parcela denominada “Apina” es propiedad de nuestro Padre don Andrés Chávez M. [Manuheuroroa] quien desapareció en una embarcación en 1948. Esta parcela [de 6,4 hectáreas] la heredó de sus antepasados de tiempos inmemoriales y nosotros los hijos, somos la continuidad de esta propiedad, según nuestra tradición y realidad, que somos: Daniel Chávez Tepihe, Livia Chávez Tepihe, Pedro Chávez Tepihe, Celia del Carmen Chávez Tepihe, Erminda Gloria Chávez Tepihe, Delfina Tepihe Tepihe y María Rosario Atán Tepihe.
Es sabido por muchos pascuenses que esta parcela es propiedad de nuestro padre y en la causa criminal ya mencionada, presentamos en el Juzgado de Letras, fotocopia del plano Nº 2 titulado: “’Distribución de las propiedades de los nativos en Hanga Roa, Isla de Pascua”, que se encuentra en el Archivo del Centro de Estudios de la Universidad de Chile de Pascua [y que Moncada reproduce en la página 30], en el que consta como propietario a Andrés Chávez Manuheuroroa y cuyos deslindes son; al Norte con la playa Pea y cancha de fútbol, al Este, con terrenos pertenecientes a Tuke Tuki Kaituoe y Raimundo Huki Renea Hinga, al Sur, con terrenos de María Tepihe Veri a Take y Maea Hare Repa y al Oeste, la costa hasta Apina Nui.
3.- Parte de nuestra parcela fue ocupada, sin consentimiento de nuestro padre y posteriormente nuestro, donde fueron construidas las oficinas de Tierras y Bienes Nacionales, Casa del Notario, casas de funcionarios del Banco Estado, Bodegas de la Ilustre Municipalidad, Entel Chile, Centros de Madres, Casa del Magistrado, casa del Jefe de Obras Públicas, Casas del Deporte y Turismo, Registro Civil y Juzgado de Letras, además en los terrenos adyacentes a las casas mencionadas y partes de las calles Tuu Keihu y Atamu Tekena, por la costa hasta Apina Nui.

Esta demanda forma parte hoy de lo que se conocen como “casos emblemáticos”, de los 11 todos ellos están asociados a los “títulos provisorios”:
Los casos que han sido presentados como “emblemáticos” por las autoridades de la Isla (públicas y tradicionales), corresponden a reivindicaciones en distintos lugares de HANGA ROA y respecto de los cuales existe una sensibilidad generalizada en el sentido de resolver definitivamente estos casos” (Nancy Yáñez y Hugo Cárdenas 2014:67-71).

Hay un segunda cuestión no tratado directamente por Moncada en los asuntos relativos al kainga, ellos son los “efectos no esperados” de la entrega de parcelas en el período de la Concertación y que Riet destaca en su obra. Permítanme citarla:

Una consecuencia interesante y algo dudosa de la entrega de tierras es que los rapanui han intercambiado sus lotes de tierra por motocicletas, autos usados o cualquier otra cosa que les llame la atención. El hecho de que no hayan tenido ningún plan en particular para el uso de estas tierras indica que estas personas solicitaron títulos de tierra por el mero hecho de que les devolvieran la tierra. En otras palabras, uno podría sugerir que el argumento político anula al económico, aun cuando los lotes adquiridos no estuviesen exentos de valor económico.
No obstante, pronto se hizo evidente que estas transferencias arbitrarias permitían que otros rapanui acumularan bastante tierra, lo que ha estimulado el desarrollo de un mercado inmobiliario durante los últimos años, fenómeno hasta el momento sin precedentes. Esto implica una erosión aun más pronunciada sobre el concepto de kaiŋa, debido a que separa a los rapanui de sus tierras tribales ancestrales, acentúa la desintegración de su organización social tradicional y crea diferencias económicas entre ellos que antes no existían. La raíz del problema pareciera ser la Ley Indígena que permite e incentiva la propiedad individual privada en detrimento de la propiedad privada colectiva” (2015:105).

Para concluir. La significación de este texto de Moncada, al igual que la mayoría de los estudios sobre la tierras -Susana Rochna-Ramírez (1996), Camila Zurob (2011), Foerster-Ramírez-Moreno (2014), Yáñez-Cárdenas (2014)-, es mostrarnos que la nunca y acabada conflictividad en Pascua pasa or un bien que es limitado (de alto valor en el pasado por su uso agrícola, hoy por la industria del turismo). La red y la jerarquía parental no logran impedir el estallido del deseo mimético sobre el Kainga (por ejemplo, el conflicto entre Roe y los Cardinali, o en el seno de los Hito), como las “tomas” y amenazas de nuevas “tomas” en el Parque: ¿la emergencia del “Mau Henúa”, como administrador de los “territorios ancestrales” (el “parque”) por la comunidad organizada en los Hōnui, no tiene que ver con esa realidad y con lo señalado por Delsing (la valoración de la propiedad “privada colectiva”? Dicho de otra manera: el Hōnui es la instancia que puede canalizar, darle un sentido compartido al “Kainga, una historia familiar”.


ROLF FOERSTER G.